Isla de Tinharé, en el estado de Bahía, a 272 km de distancia de Salvador. La temperatura media anual es de 24°C, siendo la mínima de 21 °C y la máxima de 30 °C.
Así como en el noreste en general, el sol brilla prácticamente todo el año. Entre marzo y mayo las lluvias caen con mayor frecuencia.
Entre julio y octubre se pueden observar ballenas que llegan a medir 16 metros.
Playas: Siete de ellas son las más bellas. En la primera, entre aguas cristalinas y arena blanca, tiendas de nativos ofrecen platos típicos. Las olas altísimas, en el invierno, hacen la alegría de los surfistas. La segunda, muy cerca del centro de la ciudad (10 minutos a pie), es la más concurrida. Hosterías encantadoras, quioscos con música y fiesta día y noche. La tercera y la cuarta son excelentes puntos de buceo, con bancos de coral y peces coloridos. En la cuarta, una tirolesa de más de 50 metros asegura a los amantes de la aventura momentos de pura adrenalina.
Paseos: La vuelta a la Isla de Tinharé dura cerca de 8 horas y da una visión general del archipiélago y posibilita el conocimiento de bellas piscinas naturales, buceo, degustación de langosta y ostras. El paseo incluye visita a la ciudad histórica de Tinharé. Paseo más corto lleva a la Punta del Curral, lugar de playas semidesiertas y de bellezas intocables. En coche, en vehículo 4 x 4, se va hasta Garapuá, playa tranquila de aguas mansas, arena blanca y exuberante vegetación.
Fortaleza de Tapirandu: además de sus bellísimas playas, Morro de São Paulo también tiene mucha historia, como el Fuerte erguido en 1630, desde donde se puede admirar el espectáculo de los delfines y una maravillosa puesta del sol.
Faro: construido en 1855, dista 10 minutos desde el centro de la ciudad. La vista del atardecer es imperdible.
Iglesia Nuestra Señora de la Luz: construida en el siglo XIX, en estilo barroco, alberga reliquias de los siglos XVII y XVIII.
Fuente Grande: edificada en 1746. Alrededor de ella surgieron las primeras casas de la ciudad, que hoy alberga bares, restaurantes y posadas